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¿Para qué sirve el Diseño Centrado en el Usuario?

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21 noviembre, 2022
Por: Mauricio Ávila Londoño
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Muy seguramente has tenido la experiencia de manipular un objeto que, aunque fue diseñado desde una necesidad, no cumple con tus expectativas en cuanto a calidad en la experiencia de uso.

O si te encuentras un sitio web y no entiendes lo que ofrece o no puedes navegar fácilmente por la página, es muy probable que cierres la ventana y pruebes en otro sitio.

 Es allí donde radica la importancia del Diseño Centrado en el Usuario (DCU), el cual abre el diálogo con el consumidor y permite que el proceso de diseño y desarrollo entienda los contextos, necesidades y la cultura para poder aportar soluciones efectivas y eficientes.

Además, probar un producto con los usuarios garantiza que el diseño sea adecuado a sus necesidades y pueda identificar nuevas soluciones y, por supuesto, oportunidades.

Uno de los trabajos más complicados a la hora de diseñar es crear un producto que satisfaga las necesidades de personas diferentes. Cuando decimos que el diseño se debe centrar en el usuario, nos encontramos con un problema, porque hay infinidad de usuarios, por lo que es lógico que como diseñadores nos surjan preguntas que no son nada sencillas de contestar. Al ir haciéndolo, nos permitirá llegar a un conocimiento más profundo de nuestros problemas a resolver:

  • ¿Para quién diseñamos?
  • ¿Cómo es nuestro usuario?
  • ¿Cómo podemos definir esa «persona tipo»?

El diseño centrado en el usuario es una forma poderosa de descubrir qué funciona bien, qué no y por qué. Tus usuarios son un sistema de alerta temprana que puedes utilizar para corregir el curso y ajustar el diseño ideal que te ayude a alcanzar tus objetivos.

Vale la pena resaltar que esto es un proceso iterativo que se enfoca en la comprensión de los usuarios y su contexto en todas las etapas de diseño y desarrollo. En general, cada iteración del enfoque del diseño centrado en el usuario implica cuatro fases distintas.

1. Entender el contexto del usuario

El diseñador de productos no es el único responsable del nacimiento de un producto. En la actualidad, prima la necesidad. Por supuesto, la necesidad va de la mano del contexto social.

Los diseñadores tratan de comprender el contexto en el que los usuarios usan un producto (físico o digital). Acciones como encuestas, focus groups y sondeos en general ayudan a entender las necesidades de las personas y a ponerse en sus zapatos cuando se trata de interactuar con un nuevo producto.

2. Especificar requerimientos del usuario
Es en esta etapa donde se identifican y especifican los requisitos de los usuarios, teniendo claras cuáles son las expectativas, tanto del usuario final como de la empresa o equipo de diseño que quiera implementar la solución.

3. Diseñar soluciones 

En esta fase los diseñadores crean las soluciones específicas a las necesidades del usuario que, además, se adapten a los objetivos de la empresa o marca. Es importante discernir entre aquellos cambios que son relevantes tanto para usuarios como creadores, porque es imposible darles gusto a todas las personas en el planeta. Así que hay que enfocarse en lo que ayudará a dar una gran experiencia a quienes lo piden realmente.

4. Evaluar los resultados 

En esta etapa se evalúan los resultados según el contexto y los requisitos de los usuarios a fin de verificar qué tan bien se está desempeñando el diseño. Es decir, se visualiza qué tanto se acercó al nivel que coincide con los requerimientos específicos de los usuarios y si satisface todas sus necesidades relevantes.

A partir de aquí, el equipo de diseño puede realizar más iteraciones de estas cuatro fases hasta que los resultados de la evaluación sean satisfactorios.

Claves del diseño centrado en el usuario

En ocasiones el término usabilidad, ya mencionado en este artículo, suele confundirse con “diseño centrado en el usuario”. Recordemos que la usabilidad es parte clave y central del DCU, por ende, es una propiedad de un diseño realizado con calidad, mientras que el Diseño Centrado en el Usuario es el camino para conseguir mejorar esa usabilidad, del producto que estamos desarrollando.

Por tal razón y para que las etapas iterativas del DCU tengan éxito, se recomiendan los siguientes tips con el fin de lograr éxito en el desarrollo de un producto:

  • El control de la situación debe de estar en manos del usuario
    Esto implica que el usuario debe tener el control sobre las tareas, debe comprobar cómo sus acciones afectan el sistema y debe tener información del producto a la mano, sin que ésta lo sobrecargue.
  • El producto debe tener consistencia
    El producto debe ser consistente para proporcionar facilidad de uso y es allí donde el diseño debe minimizar los riesgos y consecuencias derivadas de las acciones involuntarias que puedan ejecutar los usuarios.
  • La retroalimentación
    La retroalimentación del producto debe ser más que sobresaliente y esto se refleja en la inmediatez de respuesta del producto una vez que el usuario ejecuta alguna acción. Siempre el estado en el que se encuentra el producto debe ser comunicado de alguna manera al usuario.
  • Cuidar la interfaz del producto
    Como lo decía Leonardo Davinci, “La simplicidad es la máxima sofisticación” y aquí aplica este concepto ya que la interfaz debe ser sencilla, fácil de aprender y usar. Aquí los estilos visuales cobran importancia pues ayudan al usuario a concentrarse en la tarea que está ejecutando. Jamás debe haber una carga o exceso de información que no sea necesaria para la acción.
  • Situar al usuario en el centro
    Definir y realizar las pruebas necesarias para el desarrollo del producto, eso sí, sin olvidar las necesidades de la empresa las cuales no deben sobreponerse a las necesidades del usuario. Es conveniente encontrar el equilibro para satisfacer necesidades y cumplir expectativas.

Por último, recuerda que el usuario no decide. No debemos dar todo lo que piden o solicitan, sino a través de la observación, encontrar las necesidades y satisfacerlas.

Bibliografía

  • Arqués, M. A. G. (2005). Operatización de los estilos de vida mediante la distribución del tiempo en personas mayores de 50 años. (Tesis doctoral). Universidad de Granada. Granada.

  • Baudrillard, J. (2009). La sociedad de consumo. Sus mitos, sus estructuras. Madrid: Siglo XXI.

  • COTEC (2017). Situación y evolución de la economía circular en España. Recuperado de: http://informecotec.es/media/informe-CotecISBN-1.pdf

  • Leonard, N. y Ambrose, G. (2013). Investigación en el diseño. Para lograr soluciones creativas de éxito. Barcelona: Parramón.

Mauricio Ávila Londoño

Ingeniero en Diseño Industrial con Maestría en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos.

Actualmente es consultor de la Dirección de Consultoría CIDET, enfocado en la prestación de servicios para la innovación empresarial.