Por: Ana María Muñoz Marín.
Ya hemos hablado de la importancia de entender a tus clientes; sin embargo, diseñar productos y servicios que ellos deseen no es lo único que necesitas para que tu idea de negocio sea exitosa. A continuación, te presentamos una guía que te ayudará a identificar de forma rápida y eficaz el potencial de tus ideas, minimizando el riesgo y por tanto, aumentando su probabilidad de éxito en el mercado.
1. Identifica tu público objetivo o posibles clientes
Identificar tu público objetivo es una importante parte de implementar una idea de negocio exitosa. Primero, debes determinar qué mercado o sector te interesa explorar y a quién podrías llegar con las capacidades, conocimientos, productos o infraestructura que ya tienes.
2. Conócelos de primera mano e identifica sus necesidades o problemas a resolver
Es esencial que conozcas tus clientes para identificar sus necesidades o problemas concretos y así poderles ofrecer una solución adecuada. Ve donde ellos están, escúchalos, obsérvalos e intenta ser parte de ellos. Identifica cuales son los objetivos que les gustaría alcanzar, qué tan prioritario es para ellos conseguirlos, cómo podemos ayudarles a resolver sus problemas, qué dificultades se les ha presentado en el camino. En un blog anterior hablamos sobre diferentes métodos para entender tus clientes potenciales, pasando por la investigación inicial, las entrevistas a profundidad, actividades participativas y colaborativas, entre otros.
3. Idea diferentes formas de brindarles soluciones y enfócate en las que consideres más viables
Ya que conoces sus problemas, reúnete con tu equipo y mejor, si puedes invitar otras personas de diferentes contextos y/o que conozcan tu mercado objetivo. Incluso, podrías invitar una persona que los represente.
No juzgues las ideas, deja que fluyan, en la medida en que vayan saliendo las respuestas “obvias” o “imposibles” se irá activando la creatividad. Es mucho lo que se puede escribir sobre técnicas de ideación y la importancia de obtener muchas de ellas. Sin embargo, algunas personas pueden sentirse sofocadas con decenas o cientos de ideas al no saber cómo evaluarlas y seleccionar las mejores.
Una forma de solucionarlo es iniciar agrupando las ideas similares y luego, con la información que ya tienes o puedas conseguir con una búsqueda muy rápida, identificas los potenciales beneficios que traerían dichas ideas a tu negocio. Por ejemplo:
• Tamaño y crecimiento del mercado.
• Facilidad de implementación.
• Estado de los competidores.
• Conocimiento actual.
• Posibilidad de escalarlo a otros mercados.
• Alineación con la estrategia.
Las ideas que parezcan resolver de mejor manera las necesidades de tus clientes potenciales y a la vez, se perfilen como las que mejores beneficios podrían traer a tu negocio, serán las candidatas para continuar con el proceso.
4. Crea un experimento fácil y rápido para probar los supuestos lo antes posible con tu público objetivo.
En línea con la recomendación anterior, en vez de quedarte analizando infinitamente una idea, lo mejor es probarla con los usuarios reales. Y para ello, debes construir un producto mínimo viable, un prototipo, algo simple que represente lo que deseas probar y no dudes en ensayarlo directamente con tus usuarios.
Ten en cuenta que antes de construir algo de la mejor forma posible, debe primar que realmente te sirva para validar tus hipótesis, creencias o supuestos. Hay una frase que lo resume muy bien: “Build the right it before building it right” que en español traduciría: “construye lo correcto antes de construirlo correctamente”.
Una vez estés ejecutando tu experimento, no te bases solo en lo que las personas dicen, analiza muy bien su lenguaje no verbal, sus expresiones. Y en la medida en que avances en tu desarrollo y perfecciones tu prototipo, prefiere los resultados de sus acciones, más que lo que digan con palabras; haz pequeños pilotos y observa el comportamiento durante la selección (cuando tienen el producto en un ambiente real y lo comparan con otros sustitutos) y abórdalos posteriormente para que te cuenten cómo fue ese proceso, qué pensaron, qué sintieron.
5. Utiliza el aprendizaje de tu validación para mejorar tu solución y comenzar de nuevo el ciclo.
Utiliza la retroalimentación de tu público y los resultados de la validación para mejorar tu solución, enfócate en las características del producto que más valor y aprobación tuvieron por parte de los consumidores durante todo el ciclo de desarrollo e implementa dichos ajustes.
Sé receptivo a los comentarios y descarta las ideas que no funcionen. Considera que no todas las ideas que valides deben salir al mercado. Debes estar atento a los mejores resultados y no tener miedo a descartar ideas si estas no están teniendo la aprobación suficiente y/o beneficios reales para tu negocio.
Ten en cuenta que los ajustes no son solo para el producto o servicio en sí, sino para todo su modelo de negocio. Más información sobre Modelos de negocio aquí.
Finalmente, recuerda que, aunque ya tengas el producto o servicio en el mercado, debes hacer un seguimiento de las opiniones que recibas de su público objetivo y asegurarte de tenerlas en cuenta. Recuerda que el mercado cambia constantemente y tus competidores también. Así que para mantenerlo vigente, debes evolucionar con él.
¿Tienes preguntas de tu proceso o deseas más información? Contáctanos.
Referencias:
• El camino hacia el Lean Startup, Eric Ries.
• La disciplina de emprender, Bill Aulet.
Ana María Muñoz Marín.
Ingeniera de Diseño de Producto con Maestría en Gestión Global de la Innovación y Diplomado en Gestión del Relacionamiento con Cliente (CRM).
Actualmente es Consultora de la Dirección de Consultoría CIDET y se enfoca en la prestación de servicios para la innovación empresarial.
