Por: Eduin Garcia
Aunque el proceso de identificación y evaluación de ideas puede verse como un proceso complejo y engorroso, en este blog te presentaremos la manera de hacerlo de forma práctica, sencilla y con método, para que las ideas seleccionadas sean las que mayor valor generen para la empresa.
Este proceso se puede dividir en tres etapas: fuente donde provienen las ideas, registro y valoración de las ideas. A continuación, detallaremos cada una de las etapas:
• Fuente donde provienen las ideas:
En el día a día de una organización, pueden surgir muchos retos y problemas que se pueden aprovechar como una oportunidad para innovar. Estos pueden venir ya sea del interior de la empresa o de clientes y usuarios, proveedores, de tu entorno empresarial o tendencias que se están desarrollando en tu sector.
El primer paso para comenzar a identificar ideas con potencial de innovación es cambiar la mirada sobre una situación determinada que amenaza tu empresa y que generalmente llamamos problema o amenaza; por una mirada donde este problema sea una oportunidad. Una manera de sencilla de convertir un problema en un reto es la siguiente y la ilustraremos con un ejemplo: Una empresa se dedica a comercializar productos y lo hace utilizando diferentes puntos de venta en el país, en el último mes recibe los indicadores de satisfacción de sus clientes y se informa de una caída significativa en este indicador, lo cual representa un problema importante para la empresa. Este problema lo podemos convertir en un reto reformulando el problema en forma de pregunta, utilizando la primera persona del plural de la siguiente manera: ¿cómo podemos mejorar la experiencia del cliente en nuestros puntos de venta?
Una vez se ha identificado el problema/oportunidad, se recomienda generar espacios en la organización que permitan dar solución a los retos y problemas identificados; pueden ser en las reuniones de áreas o de la dirección o en espacios donde participen personas claves de la organización acompañarlos con metodologías que incentiven la creatividad. Inclusive, se puede crear una plataforma sencilla en la cual se postule el reto y la organización envíe sus ideas para la solución.
• Registro de las ideas:
Cada idea generada debe responder inicialmente a tres preguntas claves, que permitirán comenzar a evaluar la viabilidad y pertinencia de la idea. Esta idea se debe registrar en un formato o documento que generalmente se conoce como banco de ideas para su posterior evaluación y priorización.
• ¿En qué consiste la idea propuesta?
De una manera concreta se describe la idea, detallando la necesidad o problemática que se desea resolver, así como la solución y lo que se puede lograr si se implementa. Se responden preguntas como estas: ¿Por qué es un problema? ¿Qué pasaría si no se resuelve? ¿Cuáles son sus implicaciones si no se resuelve? ¿Cómo se puede solucionar? ¿Qué resultados lograría al implementar la solución?
• ¿Cuáles son los beneficios para la empresa?
En esta pregunta se describen cuáles serán los beneficios que la empresa obtendrá con la implementación de la idea propuesta, tales como: nuevos ingresos o aumento de los ingresos o ahorros de costos, (tiempos, eficiencias), posicionamiento de marca, entre otros. Si es posible proponer indicadores que permitan cuantificar estos beneficios de una manera general.
• ¿Cuáles son los beneficios para los Clientes/Usuarios?
Se describe los beneficios que obtendrán los usuarios o clientes de la empresa con la implementación de la idea que se propone, en lo posible, preguntarse ¿Cuál es el diferenciador frente a otras soluciones? ¿Cuáles son los clientes o usuarios potenciales?
• Evaluación de las ideas
Una vez describe y registra cada idea en el bando de ideas, se define unos criterios de evaluación de las ideas, los cuales son determinados por cada empresa según su estrategia y visión del negocio. Es importante aclarar que estos criterios de evaluación deben estar alineados con la estrategia del negocio, por ejemplo, si mi objetivo estratégico es aumentar el ingreso por ventas, uno de los criterios de evaluación de las ideas sería ingresos, o si objetivo estratégico es ampliar mercado este criterio debería estar en la evaluación del banco de ideas.
Otros criterios importantes que se deben tener en cuenta son los costos, si se cuenta con las capacidades internas para llevar a cabo la implementación, el nivel de esfuerzo que me demandará y el impacto que puede tener la solución.
Normalmente, se recomienda definir criterios estratégicos, financieros y de capacidades organizacionales. Por simplicidad el número de criterios para evaluar las ideas no debería pasar de 5 y es posible hacer una ponderación de estos de acuerdo con su importancia en la evaluación.
Con estos elementos es posible comenzar a identificar y evaluar ideas con potencial de innovación en tu empresa, ¿Qué esperas para comenzar?
Referencias:
Introducción a la gestión tecnológica y la innovación, Jorge Robledo (2016)
Eduin Garcia
Director Consultoría CIDET
